martes, 4 de septiembre de 2007

¿TIENEN POLITICA LOS ARTEFACTOS?

“en las controversias acerca de la tecnología y la sociedad, no hay ninguna idea que sea más provocativa que la noción de que los artefactos técnicos tienen cualidades políticas”. Lo primero que se me viene a la cabeza al leer esta primera frase, son las películas de Hollywood hablando de cómo los aparatos tecnológicos como los robots, adquieren sentimientos y pensamientos por si mismos convirtiéndose de esta manera en una nueva clase viviente que debe tener el derecho de adquirir derechos (válgase la redundancia) y de esta manera tener influencia en todo incluyendo el gobierno y la política.

Pero en realidad este texto nos habla, ciertamente de la relación entre los nuevos artefactos de la tecnología y la política, pero desde otro punto de vista bien diferente a la que nos presentan las películas. El autor dice que los encargados de construir, de crear, de evaluar, de administrar, etc., nunca lo hacen sin una razón política de fondo, siempre tienen en cuenta las calidades de vida, los estatus socio-económicos y otros tantos aspectos para el desarrollo de las ciudades o de las empresas o de las actividades; el autor propone un ejemplo en el que menciona a Robert Moses, el arquitecto encargado de desarrollar muchas de las obrar ingenieriles, civiles y arquitectónicas de la ciudad de New York.


Este, que era un personaje, podríamos decir de manera despectiva, clasista y de prejuicios sociales, construyó los puentes que comunican a la ciudad con Long Island, de cierta altura, que impedía que los vehículos de transporte masivo y público como los buses, no pudieran pasar por ellos y de esta manera evitar que las personas de clases media-baja y baja que no tenían carro propio no pudieran acceder a esta zona, que era la zona preferida por las personas de estratos medio-alta y alta, que si poseían carros propios, para el esparcimiento y la recreación, manteniendo así este lugar como uno exclusivo.

Como quien dice, los artefactos no tienen que tener un razonamiento propio para poder influenciar en la política, si no que por el contrario es el uso de estos artefactos los que pueden determinar las decisiones de las personas con poder que manejan al pueblo.

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